FM está dando pasos fundamentales para recobrar la capacidad de fabricación de vagones perdida hace más de dos décadas.
En lo que se refiere específicamente a vagones de carga, la institución contaba con capacidad para fabricarlos a través de las fábricas de San Francisco y de Río Tercero; mientras que la fábrica de San Martín producía coches de pasajeros. Hace pocos años, gracias al impulso por parte del Gobierno Nacional, algunas de esas capacidades se comenzaron a recuperar, básicamente en lo que hace a la reparación y modificación de material rodante.
En lo que se refiere específicamente a vagones de carga, la institución contaba con capacidad para fabricarlos a través de las fábricas de San Francisco y de Río Tercero; mientras que la fábrica de San Martín producía coches de pasajeros. Hace pocos años, gracias al impulso por parte del Gobierno Nacional, algunas de esas capacidades se comenzaron a recuperar, básicamente en lo que hace a la reparación y modificación de material rodante.
Como decíamos, esto viene a rescatar una tradición que existió en FM y en el país hasta finales de la década del 80 y principios de la del 90. Su pérdida se debió, como sabemos, a que la dirección de las políticas aplicadas en aquellos años tuvo como consecuencia el deterioro generalizado del aparato productivo; pero cabe señalar también que la industria ferroviaria no estaba en aquellos años organizada de la forma más eficiente posible, lo cual dio lugar a una estructura sobredimensionada que no era sustentable a largo plazo.
Es importante tener esto en cuenta, ya que uno de los desafíos que se plantean a la hora de recuperar estas capacidades para la industria nacional es hacerlo bajo un esquema coordinado, a fin de que no se repliquen estructuras innecesariamente y de que se logre no sólo una mayor sustentabilidad, sino también una suficiente competitividad a nivel local y regional.
Por otra parte, es preciso señalar que el principal demandante de la industria ferroviaria es el Estado Nacional y también, en alguna medida, los Estados provinciales. De ahí que una condición esencial para emprender su recuperación es la actual existencia de proyectos para la reactivación del servicio logístico a través del transporte ferroviario de cargas, cuyos objetivos son mejorar la calidad y capacidad de transporte, profundizar la integración regional y constituir una red de transporte más eficiente.
Dichos proyectos traccionarán una demanda considerable generando las condiciones para que la industria ferroviaria, y también la industria metalúrgica en general (que ya ha acrecentado en estos años su actividad) experimenten un importante crecimiento. Para las fábricas y talleres significará además poder contar con perspectivas de mediano y largo plazo mucho más ciertas.
Ahora bien, todo esto requiere algunas condiciones elementales que garanticen, como decíamos antes, la sustentabilidad. Un ejemplo de ello lo encontramos en lo que hace a la cuestión del diseño, que debe ser relativamente homogéneo en toda la industria a fin de estandarizar la fabricación, el mantenimiento estructural, la operación, etcétera. Esto no significa de ninguna manera que todo se centralice en una sola terminal, sino que es fundamental establecer un trabajo coordinado a nivel terminales y a nivel proveedores.
Otro de los desafíos que hay que encarar es el hecho de que, a raíz de tantos años de inactividad, hoy existe una brecha generacional por la cual las personas que poseen más saberes y experiencia en este rubro ya se han retirado o bien están cerca de hacerlo. Es decir que en esta industria se replica a mayor escala el mismo problema que está afrontando Fabricaciones Militares en particular, y que se está reparando por medio de nuestros programas de transferencia de conocimientos.
La creciente reactivación traccionará además la calificación de la mano de obra, dado que los talleres ferroviarios y metalúrgicos requerirán trabajadores egresados de las escuelas técnicas, como también ingenieros tanto para la organización de la producción y de procesos, como para diseño.
“Hemos vuelto a poner de pie a la escuela técnica”, decía a propósito de este tema, hace pocos meses, la Presidenta de la Nación. “No eran necesarios técnicos en un país donde no se producía, donde todo se importaba”.
Este contexto y el cambio de paradigma que significó el año 2003 han permitido que hoy volvamos a contar con grandes proyectos, orientando nuestros esfuerzos a impulsar y defender la industria nacional.
Y es también gracias a ello que hoy podemos dar este nuevo paso, significativo y cargado de simbolismo, hacia el Futuro.
Fuente: Fabricaciones Militares.
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