Quería ser bailarina, bombero o trapecista. Pero se decidió por ser miembro de Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares. La llamaban Juana de Arco. De la cárcel a Planalto acompañada del cariño del pueblo brasileño. Hija de la maestra de escuela Dilma Jane da Silva y del empresario y abogado búlgaro Pedro Rousseff, Dilma Rousseff nació en Belo Horizonte el 14 de diciembre de 1947. Si le preguntaban qué quería ser de grande, decía: “Bailarina, bombero o trapecista”. Su padre, de origen judío y miembro activo del Movimiento Comunista Búlgaro, debió migrar a Francia por razones políticas en 1929, donde vivió hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Luego se mudó a la Argentina y más tarde a Brasil, donde se casó con Silva.
Estudiaba Ciencias Sociales en el Colegio Estadual Central de su ciudad natal y el golpe de Estado la impulsó a iniciar su militancia en la Organización Revolucionaria Marxista Política Operaria (Polop), donde conoció a su primer esposo, Claudio Galeno, con quien se casó en 1967. Después integró uno de los más importantes grupos guerrilleros de la época: Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares. Con su característico estilo de cabello corto y lentes gruesos, se convirtió en una de las fugitivas más buscadas, calificada por algunos como una “subversiva Juana de Arco”. Así fue acusada de por el gobierno militar de derecha. Sufrió por la desaparición y tortura de sus compañeros marxistas, muchos de los cuales murieron.
Fue detenida en 1970 y pasó dos años y cuatro meses en prisión, durante los que fue torturada. En 2008, explicó a la revista Istoe que, como prisionera, a menudo era atada al tristemente famoso “percha del loro”, un aparato de tortura utilizado por la policía militar brasileña, en el que la víctima es suspendida entre dos plataformas metálicas. “En ellas me dieron choques eléctricos, muchísimos choques eléctricos”, detalló a la revista. “Comencé a sangrar pero resistí. No les dije ni siquiera dónde vivía”, dijo.
Las organizaciones guerrilleras con las que estuvo involucrada, como el Comando de Liberación Nacional, buscaron ganar el control del gobierno a la fuerza. Se inspiraron en la Revolución cubana y otros grupos insurgentes latinoamericanos como las FARC de Colombia. Pero Rousseff desestima las historias que dicen que saben manejar un AK-47 y que cometió delitos violentos, son como leyendas. “Mi participación fue meramente política”, dijo a la televisión en 2008. “Tenía más de nueve o diez grados de miopía”, refiriéndose a su mala visión. Después de su liberación en 1972, el gobierno militar le prohibió participar en actividades políticas. En diciembre de 2006, la Comisión Especial de Reparación de la Oficina de Derechos Humanos del Estado de Río de Janeiro aprobó una indemnización por esa tortura. Al salir en libertad, en 1973, vivió en Porto Alegre, donde concluyó el curso de Economía en la Universidad Federal de Río Grande do Sul. A finales de los ’70, ya recibida de economista, se casó con Carlos Franklin Paixão de Araújo, también militante del movimiento guerrillero, con quien tuvo su única hija, Paula. Años más tarde se divorciaron pero, mientras fueron pareja, lucharon por la amnistía para aquellos ciudadanos que habían perdido sus derechos civiles y habían sido perseguidos y expulsados del país por el gobierno militar. Ayudó a fundar el Partido Democrático Laborista (PDT) de Río Grande do Sul. Fue militante activa y actuó en el movimiento “Diretas Já”, la mayor movilización civil de la historia reciente de Brasil, que culminó con el regreso de la democracia.
En 1986 ocupó su primer cargo público. Fue nombrada por Alceu Collares, alcalde de Puerto Alegre por el PDT, para ocupar la Secretaría de Hacienda del municipio. Entre 1991 y 1995 fue secretaria de Energía del gobierno de Collares en Río Grande. En 1998, volvió a ese puesto cuando Olivio Dutra, miembro del Partido de los Trabajadores (PT), ganó las elecciones estatales con el apoyo del Partido Democrático Trabajador. En 1999, la coalición se rompió y el Partido Democrático Laborista pidió a sus miembros que dejaran sus cargos, por lo que Dilma dejó el movimiento y se integró al Partido de los Trabajadores, también con cargos estatales. En su paso por el gobierno, Rousseff creó un programa de obras de emergencia que incluyó la implantación de 984 kilómetros de líneas de transmisión, construcción de plantas hidroeléctricas y termoeléctricas e implantó la energía eólica. En enero de 2003, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva la nombró ministra de Energía, cargo que ocupó durante dos años hasta que, el 21 de junio de 2005, fue nombrada ministra-jefe de la Casa Civil, donde coordinó el trabajo de todos los ministerios. Sus medidas incluyeron el programa Luz para Todos, que brinda energía eléctrica a más de 11 millones de brasileños en las zonas rurales y en las zonas periféricas de las grandes ciudades. Además, lanzó “Mi casa, mi vida”, el mayor programa de viviendas lanzado en la historia de ese país, con previsión de 1 millón de nuevos domicilios. El 26 de abril de 2009 anunció que le habían detectado un cáncer linfático y que se sometería a un tratamiento de quimioterapia sin disminuir su ritmo de trabajo. Rousseff también fue presidenta del Consejo de Administración de la empresa estatal petrolera brasileña Petrobras.
Fue detenida en 1970 y pasó dos años y cuatro meses en prisión, durante los que fue torturada. En 2008, explicó a la revista Istoe que, como prisionera, a menudo era atada al tristemente famoso “percha del loro”, un aparato de tortura utilizado por la policía militar brasileña, en el que la víctima es suspendida entre dos plataformas metálicas. “En ellas me dieron choques eléctricos, muchísimos choques eléctricos”, detalló a la revista. “Comencé a sangrar pero resistí. No les dije ni siquiera dónde vivía”, dijo.
Las organizaciones guerrilleras con las que estuvo involucrada, como el Comando de Liberación Nacional, buscaron ganar el control del gobierno a la fuerza. Se inspiraron en la Revolución cubana y otros grupos insurgentes latinoamericanos como las FARC de Colombia. Pero Rousseff desestima las historias que dicen que saben manejar un AK-47 y que cometió delitos violentos, son como leyendas. “Mi participación fue meramente política”, dijo a la televisión en 2008. “Tenía más de nueve o diez grados de miopía”, refiriéndose a su mala visión. Después de su liberación en 1972, el gobierno militar le prohibió participar en actividades políticas. En diciembre de 2006, la Comisión Especial de Reparación de la Oficina de Derechos Humanos del Estado de Río de Janeiro aprobó una indemnización por esa tortura. Al salir en libertad, en 1973, vivió en Porto Alegre, donde concluyó el curso de Economía en la Universidad Federal de Río Grande do Sul. A finales de los ’70, ya recibida de economista, se casó con Carlos Franklin Paixão de Araújo, también militante del movimiento guerrillero, con quien tuvo su única hija, Paula. Años más tarde se divorciaron pero, mientras fueron pareja, lucharon por la amnistía para aquellos ciudadanos que habían perdido sus derechos civiles y habían sido perseguidos y expulsados del país por el gobierno militar. Ayudó a fundar el Partido Democrático Laborista (PDT) de Río Grande do Sul. Fue militante activa y actuó en el movimiento “Diretas Já”, la mayor movilización civil de la historia reciente de Brasil, que culminó con el regreso de la democracia.
En 1986 ocupó su primer cargo público. Fue nombrada por Alceu Collares, alcalde de Puerto Alegre por el PDT, para ocupar la Secretaría de Hacienda del municipio. Entre 1991 y 1995 fue secretaria de Energía del gobierno de Collares en Río Grande. En 1998, volvió a ese puesto cuando Olivio Dutra, miembro del Partido de los Trabajadores (PT), ganó las elecciones estatales con el apoyo del Partido Democrático Trabajador. En 1999, la coalición se rompió y el Partido Democrático Laborista pidió a sus miembros que dejaran sus cargos, por lo que Dilma dejó el movimiento y se integró al Partido de los Trabajadores, también con cargos estatales. En su paso por el gobierno, Rousseff creó un programa de obras de emergencia que incluyó la implantación de 984 kilómetros de líneas de transmisión, construcción de plantas hidroeléctricas y termoeléctricas e implantó la energía eólica. En enero de 2003, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva la nombró ministra de Energía, cargo que ocupó durante dos años hasta que, el 21 de junio de 2005, fue nombrada ministra-jefe de la Casa Civil, donde coordinó el trabajo de todos los ministerios. Sus medidas incluyeron el programa Luz para Todos, que brinda energía eléctrica a más de 11 millones de brasileños en las zonas rurales y en las zonas periféricas de las grandes ciudades. Además, lanzó “Mi casa, mi vida”, el mayor programa de viviendas lanzado en la historia de ese país, con previsión de 1 millón de nuevos domicilios. El 26 de abril de 2009 anunció que le habían detectado un cáncer linfático y que se sometería a un tratamiento de quimioterapia sin disminuir su ritmo de trabajo. Rousseff también fue presidenta del Consejo de Administración de la empresa estatal petrolera brasileña Petrobras.
Fue abuela durante la campaña presidencial y se fotografió en el bautismo de su nieto. El 31 de octubre pasado, se convirtió en la primera mujer presidente de Brasil, al derrotar al socialdemócrata José Serra en segunda vuelta.
Fuente: Tiempo Argentino / EFE
2 comentarios:
Al menos esta lucho y se las jugó, fue encarcelada. En cambio la nuestra (los Kirschner)lo que hacia era hacer plata en Santa Cruz, muy de acuerdo con el gobierno militar.
Grande Dilma vos sos del palo. Ahora a profundizar las investigaciones del plan cóndor y a meter preso a los locales y a los ajenos (es decir a las ratas que se escaparon para allá).
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