La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) y la empresa alemana Grob Aircraft AG firmaron un acuerdo estratégico para la comercialización del entrenador subsónico avanzado AT-63 Pampa. En la inauguración formal de la decimoséptima edición de FIDAE, la feria de aviación internacional que cada dos años organiza Chile, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, señaló que el país tiene la firme intención de fabricar en serie el AT-63 Pampa, y expresó su anhelo de que los países de América del Sur tomen la decisión de elegir el avión argentino para la capacitación de sus Fuerzas Aéreas. En 2011, Puricelli ya había anunciado la intención de recuperar la capacidad de producción de FAdeA con la fabricación de 40 entrenadores Pampa. No se dijo con qué fuentes de financiación, pero se presumía que el dinero saldría del único cliente: Defensa-Fuerza Aérea.
En la tarde de ayer el presidente de FAdeA, Raúl Argañaraz y el vicepresidente y co-CEO del grupo Grob, André Hiebeler, -ante la presencia de Puricelli; del director general del Servicio Logístico de la Defensa, Carlos Lugones, y del embajador Ginés González García-, firmaron el memorando de entendimiento, en la sala de conferencias Nº 4 del predio ferial chileno. Tras la rúbrica del documento, la delegación criolla festejó el acuerdo con una ronda de pisco sour, en las instalaciones comerciales de la empresa alemana.
La primera fase de cooperación implica una sinergia de liderazgos empresariales entre la germana Grob y el management de FAdeA con miras a reinstalar en el mundo las capacidades y prestaciones del Pampa en la solución del entrenamiento avanzado de pilotos de combate.
Se busca dejar atrás el trago amargo de la representación que tuvo la estadounidense Lockheed Martín, (En los ´90 fue concesionaria de la exfábrica de aviones en Córdoba) que nunca pudo colocar un Pampa ni siquiera en un mercado conocido como el de los Estados Unidos.
Se llega a esta instancia luego de una modernización de la planta de poder del AT-63, una turbina Honeywell TFE731-40-2N que arroja un 20 por ciento más de empuje que el motor instalado en el Pampa de serie anterior.
También está proyectada la instalación de un segundo display (pantalla) digital en el cockpit del piloto y del copiloto, para disponer de mayores datos tácticos, vitales en misiones de combate. La idea es estandarizar el cockpit del Pampa con el que dispone el avión insignia de la firma alemana: el Grob 120 TP.
La segunda etapa en el acuerdo estratégico -aún falta el análisis, la aprobación y firma del contrato- involucra esa aeronave de entrenamiento básico, fabricada en compuesto de carbono, que se ofrece como plataforma para la instrucción del Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM). La formación de pilotos militares está en crisis por la falta de aviones aptos, el viejo Mentor B-45 fue desprogramado y ahora se resuelve con el parche de 7 avionetas civiles Dakota, de las que sólo se cuenta con 4 al día. El programa ofrecido por Grob es un «pay per hour»: la germana Grob provee los aviones necesarios (se habla de 10 en la línea diaria de vuelo) más los repuestos que demande el mantenimiento, y se paga por las horas de vuelo requeridas para cada etapa de entrenamiento sea el básico o el avanzado. Este sistema -una tercerización llave en mano- ya fue adoptado por varias fuerzas aéreas del mundo entre ellas: Francia y Gran Bretaña, dos países que emprendieron fuertes ajustes en sus presupuestos militares.
El Grob 120 TP, según información de la que dispone Lugones, el logístico de Defensa, ofrece ciertas ventajas atractivas a los exiguos números del presupuesto: permite el entrenamiento básico y avanzado, todo en un mismo aparato. De allí, un piloto sale capacitado para la etapa de combate en las escuadrillas de aviones de alta performance, sería el caso de los A4-AR Fightinghawk y también el AT-63 Pampa, con un mínimo período de adaptación a estos aviones, dijo el Co CEO, Hiebeler a este diario.
Fuente: Ámbito Financiero
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