Eso se llama tener sentido de la oportunidad. Casi en el mismo momento que la Argentina lograba en la Cumbre del Grupo Río –realizada esta semana en Cancún– el apoyo de 32 países latinoamericanos para rechazar la decisión unilateral de Gran Bretaña de comenzar a explorar petróleo en las inmediaciones de las Islas Malvinas, el titular de la bancada de diputados radicales, Oscar Aguad, manifestó que la Casa Rosada no tiene una estrategia para encarar las Relaciones Exteriores.
Pero el desafío más grande que el diputado radical formuló este mes a la política oficial de Relaciones Exteriores no consistió en estas declaraciones. Aguad fue uno de los cinco legisladores que durante la primera semana de febrero, en el momento de mayor tensión entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña desde la Guerra de Malvinas, viajaron a Londres, aceptando una invitación del Departamento de Asuntos Exteriores del Reino Unido.
Además del legislador de la UCR, integraron la comitiva los diputados nacionales Adrián Pérez de la Coalición Cívica, Paula Bertol del PRO, y el miembro del PJ-Santa Fe Federal Walter Agosto, que responde al senador Carlos Reutemann. También participó la presidenta provisional del Senado mendocino, Miriam Gallardo, una dirigente provincial que responde a Juan Carlos Mazzón, un ex Guardia de Hierro. El viaje fastidió a las autoridades de Cancillería que calificaron la misión como una “torpeza”. A contramano. Cuando se enteraron en el Palacio San Martín que el martes de 2 de febrero a las 15.15 la comitiva estuvo reunida con John Rankin, director para América del Foreign Office, acusaron a los legisladores de prestarse a una “operación política” destinada a distraer a la opinión pública británica. Ese mismo día, la Argentina había enviado una protesta formal a Londres por el avance hacia las Islas Malvinas de la plataforma semisubmarina Ocean Guardian, que el lunes pasado inició acciones de exploración en las aguas en disputa. En el Ministerio de Relaciones Exteriores deslizaron que un viaje de una comitiva de legisladores de estas características no se puede realizar a sus espaldas en una situación como la actual. En cambio, para los parlamentarios que volaron a Londres, la visita tenía por objeto fortalecer la relación bilateral a través de la discusión y el intercambio entre líderes políticos de ambos países. “Estoy muy agradecida por la invitación de la Embajada Británica”, escribió en su Twister Paula Bertol, que nada dijo sobre el conflicto bilateral que estos días también llegó a las tapas de la prensa inglesa. Una fundación muy de La Nación. El tour de los legisladores fue organizado por la Embajada Británica junto a la Fundación Red Acción Política, cuyo consejo de administración está integrado, entre otros, por Alan Clutterbuck, hijo del empresario Rodolfo Clutterbuck, directivo de Alpargatas. También particpa del consejo asesor Cecilia Cordeiro, directora de Poliarquía, la encuestadora preferida del diario La Nación. En el consejo asesor están, entre otros intelectuales, Marcos Aguinis, Santiago Kovadloff y Manuel Mora y Araujo, frecuentes columnistas del diario de los Saguier. La misión de la fundación –según versa en su página web– busca dar “contención y soporte a políticos con compromiso y responsabilidad frente a la cosa pública”. Acompañados por Eleanor Salmond, segunda secretaria política de la sede diplomática que Londres tiene en Buenos Aires, los legisladores tomaron el vuelo 246 de British Airways del 31 de enero y al día siguiente se alojaron en el hotel The Royal Horseguards de Londres. Durante seis días contaron con una agenda muy activa. Además de entrevistarse con el subsecretario de Estado Rankin, lo hicieron con el subsecretario de Estado Parlamentario de la Cancillería británica, Chris Bryant, quien reiteró la posición del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, a las que llamó una y otra vez "Falklands". Los legisladores también visitaron el Congreso británico, tuvieron reuniones con funcionarios especializados en el cambio climático, seguridad social y sistema previsional. ¿Yo señor?. Poco después de arribar del Reino Unido el diputado Adrian Perez señalo que el Ministerio de Relaciones Exteriores realizó “una utilización política del viaje”, como si Pérez se dedicara a otra cosa que no sea hacer política.
El viaje se realizó cuando ya se conocía el envío de Londres de la plataforma petrolera Ocean Guardian hacia las inmediaciones de las Islas Malvinas para iniciar la actividad extractiva en una de las cuatro zonas concesionadas de manera unilateral por los kelpers. Este lunes, oficialmente Gran Bretaña anunció que la empresa Desire Petroleum puso en marcha el proyecto Liz, cuyo objetivo consiste en extraer cuatrocientos millones de barriles de petróleo en una zona ubicada a cien millas del norte del archipiélago.
El miércoles pasado el canciller argentino, Jorge Taiana, le solicitó al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que redoble su esfuerzos de buenos oficios “dada la grave situación generada por el acto ilegal y unilateral de Gran Bretaña”. Un día después, el titular de la ONU pidió al Comité de Descolonización buscar “soluciones creativas” que permitan encontrar salidas a los conflictos por cuestiones de soberanía que existen en 16 territorios. Uno de ellos es el de las Islas Malvinas.
5 comentarios:
Y "estos" son la alternativa al Kirchnerismo?
Che!! Todos se ofendieron por los comentarios de Bonafini (que mal o bien "a su manera" defiende la causa Malvinas) y de estos vende Patria nadie dice nada?
Que loco no?
Hay que acordarse de todas estas "cosillas" el día que tengamos que votar
Che y siguen los anónimos eh, será que no tienen un nombre?
Javier porque no le preguntas a la Noble causa Clarín y a la agencia de Carlos Souto...?
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