INVERSION DE US$ 10.000 MILLONES PARA UNA PLANTA MILITAR
Brasil busca dar su salto tecnológico nuclear y será a través de una alianza con Francia para construir submarinos atómicos.
Por: Eleonora Gosman
La llaman la Amazonia Azul y tiene 4,4 millones de kilómetros cuadrados, una superficie equivalente al de la floresta verde. Es la plataforma marina del Estado brasileño donde están las mayores riquezas petroleras del país. Proteger esa área, un objetivo confeso del gobierno de Lula da Silva, justifica la mayor inversión militar de la historia de Brasil, superior a los U$S 10.000 millones.
Amazonia Azul - Brasil
Pero no es el único fin: detrás del proyecto está la ambición brasileña de dar un salto tecnológico y construir su propio complejo industrial-militar, por obra y gracia de su alianza clave con Francia.
La semana pasada el ministro de Defensa Nelson Jobim obtuvo una victoria sin precedentes: el Congreso le aprobó un presupuesto de 8.500 millones de dólares para la compra de cuatro submarinos convencionales y uno nuclear a Francia, que incluye la construcción de un astillero y una base militar de la Marina, como también la transferencia de tecnología.
En una entrevista al semanario Isoté Dinheiro, Jobim se entusiasmó: "Con el submarino nuclear, Brasil ganará poder disuasorio en la plataforma continental. Pero además tendremos un traspaso tecnológico de las empresas francesas a las de Brasil. Habrá varias alianzas con compañías brasileñas de alta tecnología".
Según el ministro, buena parte de los equipamientos de los submarinos se construirán en Brasil y eso permitiría a los industriales locales "apropiarse de ese conocimiento" para el desarrollo independiente.
Es tal la alegría brasileña, compartida por el jefe de Estado Lula da Silva, que según sus funcionarios "Brasil será el sexto país en tener un submarino propulsado por una reactor nuclear" y, en apariencia, eso cambiaría el peso brasileño dentro del contexto internacional.
También festejó el contralmirante Wellington Liberatti del programa naval en curso. Para él, el submarino nuclear contiene repercusiones tanto tecnológicas como geopolíticas. Parte de la prensa brasileña se hizo eco del discurso: "El acuerdo Brasil-Francia sirve a los intereses brasileños de proyectarse como potencia regional y ser un importante actor global" sintetizó la revista paulistana.
Uno de los expertos brasileños en defensa, el profesor Eurico de Lima Figueiredoque coordina estudios en el área en la Universidad Federal Fluminense, sostuvo ante ese medio: "Creo que en cinco o diez años, la sociedad tendrá que decidir si quiere o no una bomba atómica".
Para este especialista, que Brasil haya firmado el Tratado de No Proliferación (TNP) tiene una importancia relativa: "(la bomba) es un paso natural de nuestra independencia nuclear". Citado por la misma publicación, el diputado del PT José Genoino rebatió: "Nuestro interés es dominar la tecnología con fines pacíficos, tal como está en nuestra constitución". No obstante, al igual que Lima Figueiredo argumenta que Brasil no deberá firmar adicionales al TNP, en vista de que está en estudio una reformulación de ese acuerdo mundial.
El Scorpene nuclear carioca estaría terminado para el 2014
No obstante, el proyecto de reactor nuclear que desarrolla la Marina desde 1979 en el complejo Aramar (Estado de San Pablo) tiene grandes desafíos por delante. Como señalan algunos medios de prensa, por ahora la Marina sólo cuenta con un prototipo de planta propulsora. Por eso, no se sabe cuándo estará terminado el Scorpene nuclear en su versión brasileña: se habla de 2014, pero también se escucha decir 2025.
Fuente: Clarín
Amazonia Azul - Brasil
Pero no es el único fin: detrás del proyecto está la ambición brasileña de dar un salto tecnológico y construir su propio complejo industrial-militar, por obra y gracia de su alianza clave con Francia.La semana pasada el ministro de Defensa Nelson Jobim obtuvo una victoria sin precedentes: el Congreso le aprobó un presupuesto de 8.500 millones de dólares para la compra de cuatro submarinos convencionales y uno nuclear a Francia, que incluye la construcción de un astillero y una base militar de la Marina, como también la transferencia de tecnología.
En una entrevista al semanario Isoté Dinheiro, Jobim se entusiasmó: "Con el submarino nuclear, Brasil ganará poder disuasorio en la plataforma continental. Pero además tendremos un traspaso tecnológico de las empresas francesas a las de Brasil. Habrá varias alianzas con compañías brasileñas de alta tecnología".
Según el ministro, buena parte de los equipamientos de los submarinos se construirán en Brasil y eso permitiría a los industriales locales "apropiarse de ese conocimiento" para el desarrollo independiente.
Es tal la alegría brasileña, compartida por el jefe de Estado Lula da Silva, que según sus funcionarios "Brasil será el sexto país en tener un submarino propulsado por una reactor nuclear" y, en apariencia, eso cambiaría el peso brasileño dentro del contexto internacional.
También festejó el contralmirante Wellington Liberatti del programa naval en curso. Para él, el submarino nuclear contiene repercusiones tanto tecnológicas como geopolíticas. Parte de la prensa brasileña se hizo eco del discurso: "El acuerdo Brasil-Francia sirve a los intereses brasileños de proyectarse como potencia regional y ser un importante actor global" sintetizó la revista paulistana.
Uno de los expertos brasileños en defensa, el profesor Eurico de Lima Figueiredoque coordina estudios en el área en la Universidad Federal Fluminense, sostuvo ante ese medio: "Creo que en cinco o diez años, la sociedad tendrá que decidir si quiere o no una bomba atómica".
Para este especialista, que Brasil haya firmado el Tratado de No Proliferación (TNP) tiene una importancia relativa: "(la bomba) es un paso natural de nuestra independencia nuclear". Citado por la misma publicación, el diputado del PT José Genoino rebatió: "Nuestro interés es dominar la tecnología con fines pacíficos, tal como está en nuestra constitución". No obstante, al igual que Lima Figueiredo argumenta que Brasil no deberá firmar adicionales al TNP, en vista de que está en estudio una reformulación de ese acuerdo mundial.
El Scorpene nuclear carioca estaría terminado para el 2014
No obstante, el proyecto de reactor nuclear que desarrolla la Marina desde 1979 en el complejo Aramar (Estado de San Pablo) tiene grandes desafíos por delante. Como señalan algunos medios de prensa, por ahora la Marina sólo cuenta con un prototipo de planta propulsora. Por eso, no se sabe cuándo estará terminado el Scorpene nuclear en su versión brasileña: se habla de 2014, pero también se escucha decir 2025. Fuente: Clarín
1 comentario:
Si hubieran dejado que Perón fabrique la bomba que distinta sería hoy la historia...
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