El ex titular de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, asegura que las 40 empresas que participaron de la operación “tenían la opción de no firmar con Palmat, pero coincidieron en que era la mejor alternativa”.
Por Raúl Kollmann
“Fue una operación extraordinaria, limpia, histórica para los que fabricamos maquinaria agrícola. En un solo año, hubo fábricas que colocaron en Venezuela lo que tardaban cuatro años en vender en la Argentina. Y la comisión que se le pagó a Palmat fue de lo más normal, el 15 por ciento sobre el valor ex works, que es el valor de la máquina al salir de nuestra fábrica.
Las 40 (cuarenta) empresas que participaron tenían la opción de no firmar con Palmat, pero todos coincidimos en que era la mejor alternativa, entre otras cosas porque aportaba un elemento importantísimo en la operación:
–¿Cuál?
–Era la mejor exportación de toda la historia de la industria de la maquinaria agrícola argentina. Pero tenía una condición que Palmat nos solucionaba. Venezuela entregaba un 30 por ciento de adelanto en la operación, pero había que entregar garantías. De un banco o una compañía de seguros de Venezuela. Es lógico que ellos quisieran garantizarse lo que se llamaba “fiel cumplimiento”. Palmat conseguía esas garantías.
–Quienes los acusan dicen que Palmat era una condición del Ministerio de Planificación. ¿Cómo llegaron ustedes a Palmat?
–Porque la gente de Ghirardi, que vendía cosechadoras en Venezuela hacía años, usaba a Palmat. Ellos nos hicieron la recomendación. Nadie jamás nos planteó la exigencia de que las operaciones se hicieran con Palmat. En la feria en la expusimos los productos apareció también la brasileña Cotia. Habló con seis o siete de nuestros industriales. Pero ninguno de nosotros quería una trader brasileña, porque justamente competíamos con los fabricantes brasileños.
El que piensa que con la comisión de Palmat estábamos pagando una coima que note que fuimos 40 empresas, todas distintas, en algunos casos con varios socios. Es imposible que todos hayamos acordado una coima. Y, como le dije, la comisión del 15 por ciento es normal en la venta de maquinaria. Empresas multinacionales como John Deere pagan comisiones como ésas. Cada empresa tenía autonomía, el que no quería, no firmaba con Palmat.
–¿Volvería a firmar exactamente lo mismo?
–Seguro que los contratos se pueden mejorar, pero en la misma situación, elegiría el camino que tomamos. Fue el mejor camino y lo tomaría otra vez. Lo que logramos fue extraordinario.
Ahora, con la campaña en contra que se está haciendo, se les sirven en bandeja las cosas a los brasileños. Porque los venezolanos empiezan a ver que cualquier operación con empresarios argentinos es cuestionada, problemática. Hace unos años, cuando las relaciones entre Venezuela y Colombia eran buenas, Venezuela le compraba anualmente 7 mil millones de dólares en alimentos y maquinarias a Colombia.
El distanciamiento entre Caracas y Bogotá deja un mercado extraordinario para que lo aprovechemos. Quieren "inventar fatamas donde no los hay", y las consecuencias son muy graves: perdemos la chance de darle más trabajo a nuestra gente.
Fuente: Página/12
3 comentarios:
Que raro Clarin defendiendo intereses extrajeros. ¿No?
Clarin no defiende intereses extranjeros. Ni siquiera llega a eso, es tan lamentable, tan pobre, que con tal de poner en primera plana una noticia negativa contra el gobierno, es capaz de jugar en contra de los intereses nacionales.
No creo que pretendan defender a los industriales brasileños!! nonono...
Son dañinos... pactaron con la dictadura, eso lo dice todo.
Los brasileros se deben estar cagando de risa.
saludossss...
jajaj cierren el culo manga de zurdos. Esa venta era un curro. Con el verso de la industria nacional estamos pagando la maquinaria más cara que en usa y los granos los vendemos un 40-50% menos valor.
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