GARRÉ ENVÍA MENSAJE EN OCASIÓN DEL ANIVERSARIO DEL 2 DE ABRIL DE 1982 La ministra de Defensa, Nilda Garré, envió un mensaje que fue leído por el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, Gustavo Sibilla, durante el acto por el Día del Veterano de Guerra y a los Caídos en la Guerra de las Islas Malvinas, celebrado en el Cenotafio de la Plaza San Martín; y en las formaciones del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Acontinuación, se reproduce la totalidad del mensaje:
"Me dirijo en este nuevo aniversario del 2 de abril a todos los oficiales superiores, oficiales jefes, oficiales subalternos, sub-oficiales y soldados voluntarios en los cuarteles y bases del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea y al personal civil de las FFAA. Quiero que este mensaje llegue a los soldados conscriptos excombatientes de Malvinas y a los Veteranos de Guerra de las tres fuerzas, en actividad y en retiro que cumplieron con su juramento de lealtad a la Patria en el campo de batalla del Atlántico Sur. En Malvinas hay emoción y razón a veces contrapuestas. Queremos y necesitamos que ambas se articulen coherentemente para que la inteligencia y la tenacidad se potencien para el logro del objetivo nacional que es mandato constitucional: la recuperación de las Malvinas para la soberanía argentina.
Debemos ser claros y certeros: la evocación del 2 de abril memora y homenajea, en primer lugar, a los 649 argentinos de las tres fuerzas armadas, de las fuerzas de seguridad y los civiles que dieron su vida por la Patria sin especulaciones. La fecha también recuerda a los que combatieron con decisión y capacidad profesional. También a los millones de argentinos que apoyaron con entusiasmo la causa en la que creyeron desde la escuela primaria. 
La evocación reitera, por el contrario, la condena a los responsables de la aventura política y militar dirigida a tratar de prolongar una dictadura ferozmente represiva, claramente antinacional y antipopular por sus políticas económicas y sociales, patéticamente reaccionaria en sus propuestas culturales.
La Nación y el Pueblo a través de su institución fundamental han dado ya la respuesta que es una clara política de Estado. Dice la disposición constitucional aprobada por unanimidad en el Congreso Constituyente de 1994: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”. Tres objetivos políticos fija como programa y mandato la Constitución: la específica recuperación de las Islas australes, el respeto del modo de vida de sus habitantes – siguiendo una tradición argentina de integración de las más diversas culturas – y el logro del objetivo respetando las normas jurídicas del derecho internacional público, lo que implica excluir la guerra de este proceso. Este mandato nos impulsa para concluir con una situación colonial que es tan anacrónica en un mundo que ha liquidado el imperialismo tradicional, como un peligroso punto de apoyo para las hegemonías geo-estratégicas de los poderes dominantes. El que apelemos a las formas pacíficas que nunca debíamos haber abandonado y que nos llevaron pacientemente al reconocimiento de nuestros derechos por parte de la comunidad internacional, no implica que no debamos optimizar nuestra capacidad defensiva. En el plano diplomático hemos trabajado intensamente en la COPLA (Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental) por medio del barco “Puerto Deseado” del Servicio de Hidrografía Naval (dependiente del Ministerio de Defensa) para contribuir a apoyar la labor de los científicos argentinos. Ellos brindaron la base para que la Cancillería construyera la ingeniería jurídica destinada a sostener los derechos argentinos para ejercer soberanía sobre suelos y aguas hasta 350 millas desde la costa argentina, de acuerdo a la Convención Internacional de Derechos del Mar. Para recorrer ese mar que amplía nuestros territorios, se van a construir cuatro patrulleros oceánicos multipropósito, el primero de los cuales estará listo el año próximo; se encuentra en avanzada reparación el rompehielos “Almirante Irízar” que estará operando para la campaña 2011-12; continúa avanzando el proceso de reparaciòn de media vida del submarino “San Juan” y se desarrolla la ingeniería básica y de detalle de un buque polar para reforzar la campaña antártica. Estos trabajos están siendo desarrollados en el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR ), integrado por los Astilleros Tandanor y Almirante Storni, que hemos recuperado y que dependen del Ministerio de Defensa.
Las Fuerzas Armadas, bajo la dirección del Ministerio y a través del Estado Mayor Conjunto avanzan en las tareas conjuntas, en todos los niveles, reparando con esta metodología el error estratégico clave del desarrollo de la guerra.
Ahora, con la superación de las hipótesis de conflicto con los países vecinos, con la creación del Consejo Sudamericano de Defensa, reforzamos una política de integración regional y latinoamericana. El Estado Mayor Conjunto completo elabora en estos días el planeamiento por capacidades que permitirá organizar, adiestrar e invertir racionalmente en nuestra área de Defensa, para estar listos para responder a las eventuales necesidades que fije por la Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Recientemente, en Cancún (México), la Presidente Cristina Fernández de Kirchner pudo lograr para la Argentina el apoyo de toda América Latina y el Caribe, incluido por primera vez el de tres naciones de habla inglesa integrantes de la Comunidad Británica de Naciones.
Capacitarse y entrenarse en todos los niveles constituye una de las formas más adecuadas de brindar homenaje cotidiano al coraje de los infantes que lucharon en Pradera de Ganso, al de los infantes de marina que combatieron sin retroceder, al de los pilotos de la fuerza aérea, la aviación naval y la aviación de ejército. Todas las energías nacionales están en tensión para Malvinas: desde los diplomáticos que batallan en todos los foros internacionales hasta cualquier argentino que contribuye con su aliento a sostener esta causa nacional. El instrumento militar de la Defensa está junto a ellos. Volveremos a las Malvinas con una lucha paciente y pacífica, unidos a todos los pueblos del mundo que apoyan la demanda argentina y luchan por la paz y por un orden internacional justo."
"Me dirijo en este nuevo aniversario del 2 de abril a todos los oficiales superiores, oficiales jefes, oficiales subalternos, sub-oficiales y soldados voluntarios en los cuarteles y bases del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea y al personal civil de las FFAA. Quiero que este mensaje llegue a los soldados conscriptos excombatientes de Malvinas y a los Veteranos de Guerra de las tres fuerzas, en actividad y en retiro que cumplieron con su juramento de lealtad a la Patria en el campo de batalla del Atlántico Sur. En Malvinas hay emoción y razón a veces contrapuestas. Queremos y necesitamos que ambas se articulen coherentemente para que la inteligencia y la tenacidad se potencien para el logro del objetivo nacional que es mandato constitucional: la recuperación de las Malvinas para la soberanía argentina.
Debemos ser claros y certeros: la evocación del 2 de abril memora y homenajea, en primer lugar, a los 649 argentinos de las tres fuerzas armadas, de las fuerzas de seguridad y los civiles que dieron su vida por la Patria sin especulaciones. La fecha también recuerda a los que combatieron con decisión y capacidad profesional. También a los millones de argentinos que apoyaron con entusiasmo la causa en la que creyeron desde la escuela primaria. 
La evocación reitera, por el contrario, la condena a los responsables de la aventura política y militar dirigida a tratar de prolongar una dictadura ferozmente represiva, claramente antinacional y antipopular por sus políticas económicas y sociales, patéticamente reaccionaria en sus propuestas culturales.La Nación y el Pueblo a través de su institución fundamental han dado ya la respuesta que es una clara política de Estado. Dice la disposición constitucional aprobada por unanimidad en el Congreso Constituyente de 1994: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”. Tres objetivos políticos fija como programa y mandato la Constitución: la específica recuperación de las Islas australes, el respeto del modo de vida de sus habitantes – siguiendo una tradición argentina de integración de las más diversas culturas – y el logro del objetivo respetando las normas jurídicas del derecho internacional público, lo que implica excluir la guerra de este proceso. Este mandato nos impulsa para concluir con una situación colonial que es tan anacrónica en un mundo que ha liquidado el imperialismo tradicional, como un peligroso punto de apoyo para las hegemonías geo-estratégicas de los poderes dominantes. El que apelemos a las formas pacíficas que nunca debíamos haber abandonado y que nos llevaron pacientemente al reconocimiento de nuestros derechos por parte de la comunidad internacional, no implica que no debamos optimizar nuestra capacidad defensiva. En el plano diplomático hemos trabajado intensamente en la COPLA (Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental) por medio del barco “Puerto Deseado” del Servicio de Hidrografía Naval (dependiente del Ministerio de Defensa) para contribuir a apoyar la labor de los científicos argentinos. Ellos brindaron la base para que la Cancillería construyera la ingeniería jurídica destinada a sostener los derechos argentinos para ejercer soberanía sobre suelos y aguas hasta 350 millas desde la costa argentina, de acuerdo a la Convención Internacional de Derechos del Mar. Para recorrer ese mar que amplía nuestros territorios, se van a construir cuatro patrulleros oceánicos multipropósito, el primero de los cuales estará listo el año próximo; se encuentra en avanzada reparación el rompehielos “Almirante Irízar” que estará operando para la campaña 2011-12; continúa avanzando el proceso de reparaciòn de media vida del submarino “San Juan” y se desarrolla la ingeniería básica y de detalle de un buque polar para reforzar la campaña antártica. Estos trabajos están siendo desarrollados en el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR ), integrado por los Astilleros Tandanor y Almirante Storni, que hemos recuperado y que dependen del Ministerio de Defensa.
Las Fuerzas Armadas, bajo la dirección del Ministerio y a través del Estado Mayor Conjunto avanzan en las tareas conjuntas, en todos los niveles, reparando con esta metodología el error estratégico clave del desarrollo de la guerra.
Ahora, con la superación de las hipótesis de conflicto con los países vecinos, con la creación del Consejo Sudamericano de Defensa, reforzamos una política de integración regional y latinoamericana. El Estado Mayor Conjunto completo elabora en estos días el planeamiento por capacidades que permitirá organizar, adiestrar e invertir racionalmente en nuestra área de Defensa, para estar listos para responder a las eventuales necesidades que fije por la Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Recientemente, en Cancún (México), la Presidente Cristina Fernández de Kirchner pudo lograr para la Argentina el apoyo de toda América Latina y el Caribe, incluido por primera vez el de tres naciones de habla inglesa integrantes de la Comunidad Británica de Naciones.Capacitarse y entrenarse en todos los niveles constituye una de las formas más adecuadas de brindar homenaje cotidiano al coraje de los infantes que lucharon en Pradera de Ganso, al de los infantes de marina que combatieron sin retroceder, al de los pilotos de la fuerza aérea, la aviación naval y la aviación de ejército. Todas las energías nacionales están en tensión para Malvinas: desde los diplomáticos que batallan en todos los foros internacionales hasta cualquier argentino que contribuye con su aliento a sostener esta causa nacional. El instrumento militar de la Defensa está junto a ellos. Volveremos a las Malvinas con una lucha paciente y pacífica, unidos a todos los pueblos del mundo que apoyan la demanda argentina y luchan por la paz y por un orden internacional justo."
“La dura maduración que ha implicado revisar, analizar y criticar esa guerra”, prosiguió, “nos ha dejado lecciones y verdades. Por eso 
La 
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