El Golpe Militar que destruyó la Industria Nacional

miércoles, 4 de enero de 2012

AEROPUERTO “RAÚL ALFONSÍN” Una propuesta que no tiene buena memoria

Por Diego Dominelli Periodista y especialista en servicios aéreos.

El pasado 29 de diciembre se conoció la noticia. Los senadores radicales Ernesto Sanz y Mario Cimadevilla presentaron un proyecto de ley para imponer al Aeropuerto Internacional de Ezeiza el nombre de Raúl Alfonsín “en justo homenaje al presidente de la democracia recuperada”. El Aeropuerto de Ezeiza se llama Ministro Pistarini en recuerdo del ministro de Obras Públicas de Juan Domingo Perón cuando se concretó la obra, en 1949.
Desde ya que nadie en su sano juicio puede cuestionar al ex presidente que llevó por primera vez al banquillo de los acusados a los represores de la dictadura, aunque luego promulgara las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que promulgó la Ley de Divorcio, etcétera; pero en materia aeronáutica, Alfonsín no se caracterizó por tomar decisiones de estas características y cuando hablamos de ponerle su nombre, de rebautizar al aeropuerto de Ezeiza, no estamos hablando solamente de eso, estamos hablando de una obra de infraestructura estratégica para el sistema nacional de aeropuertos y del lugar donde nació la aviación nacional con proyección concreta al plano internacional. Allí nacieron los hangares y talleres de Aerolíneas Argentinas (AA) que eran modelo en América Latina donde no sólo se reparaba toda flota propia, sino que se realizaban trabajos a terceros, en reparaciones de turbinas y hasta trabajos de tapicería, con trabajadores altamente capacitados.
Esta realidad comenzó a cambiar para peor en forma tenue a partir de la presidencia de Alfonsín y no cabe duda que el vaciamiento y el cierre de los talleres de AR en Ezeiza durante los ’90 tuvo su génesis en el proyecto privatizador de Rodolfo Terragno en 1987. La empresa escandiva SAS por iniciativa del entonces ministro de Obras y Servicios Públicos sería socia de AA; pero gracias a la oposición de los trabajadores y a que el bloque justicialista en el Congreso se opusiera, la operación no se realizó, aunque años después los convertidos en menemistas apoyaron la privatización de Aerolíneas y la entrega de todas las unidades de negocios que había en Ezeiza en manos del Estado a manos privadas, servicio de rampa y free shop incluidos.
La historia ocurrida en los ’90 es conocida. Alfonsín y la Alianza en 1999 volvieron al poder y nada hicieron para recuperar Ezeiza y Aerolíneas en beneficio de todos los argentinos. En junio de 2001 estalló la crisis de Aerolíneas con la casi quiebra de la empresa y las pistas de Ezeiza fueron el escenario donde trabajadores lucharon para evitar el cierre de nuestra empresa de bandera y para impedir que se llegara a la locura de que Ezeiza operara sin Aerolíneas.
En octubre de ese año Aerolíneas es comprada por AirComet-Marsans y tanto De la Rúa como Alfonsín nada hicieron para impedir que Antonio Mata, el presidente de AirComet que tenía una condena en firme a prisión por estafa en España, estuviera al frente de Aerolíneas. Cierto es que a través de maniobras oscuras se financió la apertura de los talleres de Ezeiza que había cerrado Iberia al menos por un tiempo por parte de la gestión Marsans, pero con un estafador al frente el final era fácil de suponer y terminó en otra estafa pero con un final feliz porque en el año 2008 Aerolíneas volvió a ser de todos los argentinos por decisión de la presidenta Cristina Kirchner.
La ley de expropiación y reestatización aprobada en diciembre de 2008 tuvo como principales opositores a los senadores radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz. Morales, durante el gobierno de la Alianza, fue secretario de Desarrollo Social y jamás impulsó la idea de que el transporte aéreo fuera una herramienta favorecedora para la sociedad en su conjunto. Por el contrario una vez aprobada la ley de reestatización de Aerolíneas en agosto de 2009 apenas a un mes de asumir Mariano Recalde al frente de Aerolíneas, Morales y Sanz llamaron a una conferencia de prensa para decir que Aerolíneas iba hacia su muerte natural. Esto fue tapa del diario Crítica de la Argentina, cuyo dueño era Antonio Mata, que ya fuera de Aerolíneas impulsaba su empresa aérea AirPampas. El diario quebró y AirPampas nunca voló.
Hoy a poco más de dos años de esa embestida contra Aerolíneas, nuestra empresa de bandera vuela con 65 aviones de los cuales 40 son de última generación y en Ezeiza se inauguró la terminal C –Mercedes Sosa–, la más moderna de América Latina, para uso exclusivo de Aerolíneas Argentinas y de sus líneas aéreas asociadas como AirFrance.
Que Raúl Alfonsín debe ser el nombre de alguna institución o de edificio símbolo de los argentinos no cabe duda, pero impulsar esta ley nada tiene que ver con un justo homenaje, sino que expresa tres realidades incontrastables por parte de los senadores Sanz y Cimadevilla: un profundo olvido o desconocimiento de los hechos citados; niega todo lo reconquistado en materia aerocomercial durante los mandatos de la presidenta de la república y desconoce el presente de esta nueva Aerolíneas Argentinas y el de Ezeiza, que también inauguró una facultad aeronáutica cerca del aeropuerto; y borra práctica y simbólicamente de la sociedad argentina y de la comunidad aeronáutica mundial los nombres del Ministro Pistarini y de Juan Domingo Perón, padres del principal aeropuerto del país y de Aerolíneas Argentinas.

Fuente: Tiempo Argentino
Fotos: Clarín, La Nación, DiarioInédito.com

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Los 4 garcas juntos...
Que fotito!!!!

Anónimo dijo...

Esa fotito salió en Clarín.
Dónde más podria salir?

fer dijo...

uuuh si me olvide que si quiero ver lindas fotos nada mejor que 67groncho

fervosos....

Anónimo dijo...

Fer todavía por acá?

Seguís llorando el 54%?

Si querés llorar...llorá!

Anónimo dijo...

Van hacer la misma estupidez con Ezeiza, como hicieron con el aeropuerto de Mar del Plata, ponerle Piazzola, lo único que hizo fue nacer en la ciudad, nunca se acordo de Mar del plata, es vergozoso. Y querer ponerle Alfonsin a Ezeiza, un presidente mediocre, el que si se lo puede merecer es Frondizi, que era un estadista.

Anónimo dijo...

Pensar ke MENEM siempre vota a favor de CFK y habla bien de ella y despúes en el juicio lo declaran inocente, es todo muy siniestro.