El Golpe Militar que destruyó la Industria Nacional

sábado, 1 de noviembre de 2008

Historia de la Artillería

Durante el siglo XIX, la historia de la artillería abarca los siguientes periodos:

1810 - 1880.
Período de emancipación y organización nacional

Al producirse la Revolución de Mayo, las milicias existentes en Buenos Aires ascendían a unas 3.500 plazas, de las cuales sólo 400 hombres eran de artillería, con un nivel de adiestramiento precario.

La artillería contaba con cañones de bronce y de hierro, con calibres que oscilaban entre 2 y 24 pulgadas, morteros y obuses de bronce de entre 5 y 9 pulgadas, y culebrinas (armas de cañón largo y reducido calibre).

En enero de 1812, se reorganizó la artillería a fin de eliminar la influencia de las unidades españolas (Real Cuerpo de Artillería), por lo que se creó el "Regimiento de Artillería de la Patria", a doce compañías, cada una con 100 plazas.

La misma disposición expresaba que "para formar oficiales instruídos según conviene, se establecerá en Buenos Aires una Academia o Escuela Teórica para oficiales, cabos y soldados de artillería". En el mismo artículo se determinaba que el Sargento Mayor se elegiría entre los capitanes, por sus conocimientos para desempeñar ese cargo.

La plana mayor del regimiento estaba integrada por un coronel, un teniente coronel, un sargento mayor y dos ayudantes mayores. Las compañías (12), eran comandadas por un capitán.

Durante el periodo emancipador, la escasez de armas constituyó un problema central, teniendo en cuenta la ampliación de las operaciones y las pérdidas sufridas durante los combates.

El gobierno encomendó a Angel Monasterio (español adherido a la revolución), la fundición de cañones.

En 1812 comenzaron los ensayos, utilizándose para ello un mortero cónico de 12 pulgadas. Estas armas fueron emplazadas en Montevideo para hacer frente al sitio de la plaza. Luego se fabricaron cañones de calibre 8 y 12 pulgadas, destinados a los ejércitos libertadores.

Posteriormente, el General Belgrano organizó, lo que se conocería como "La Maestranza de la Patria" bajo la dirección del Coronel Eduardo Kaillitz, barón de Holmberg, quién comenzó por dibujar las formas, graduar las proporciones y tornear los moldes de las armas a fundir.

Cuando San Martín organizó el Ejército de los Andes, el parque fue puesto a órdenes del Comandante Regalado de la Plaza, y la maestranza a cargo del Capitán Fray Luis Beltrán, quién organizó tanto la fabricación, como la reparación de armas, instalando y operando carpintería, armería, herrería, fundición, laboratorios y talleres.

Entre 1820 y 1826, se creó el Ejército Nacional, reforma que fue impulsada por los generales Martín Rodríguez y Juan Gregorio de las Heras.

En esa instancia, se organizó el Batallón de Artillería de Buenos Aires y a partir de 1826, se creó un Regimiento de Artillería Ligera o Volante, compuesto por dos escuadrones a dos compañías. El decreto de creación invocaba la necesidad de acompañar los movimientos de la caballería, por lo cual la artillería volante o ligera era la equivalente a lo que luego conoceremos como artillería a caballo, y que cumplió acabadamente su cometido durante las guerras con el Brasil y el Paraguay.
Frente a la necesidad de proteger el dilatado litoral, la artillería también cumplió roles de costa y/o sitio.

En 1811, se estableció una batería en San Nicolás con cuatro cañones de 8 pulgadas.

En 1812, se hizo lo propio en las barrancas de Rosario.

En 1813 y 1814, se instalaron dos baterías en inmediaciones de Diamante (Punta Gorda).

En 1827, se fortificó la isla Martín García, llegándose a contar con más de 20 piezas.

En 1844, se debió fortificar la zona del Paraná interior, ante la intervención anglo-francesa en el Río de la Plata. Para ello, se construyeron baterías en el paso de la Ramada, Vuelta de Obligado (San Pedro), El Tonelero (Ramallo) y San Nicolás.

En 1875, ante la necesidad de aumentar la preparación táctica de los oficiales de artillería, se crearon academias, a fin de dictar temas tales como maniobras de artillería, teoría del tiro, nociones del empleo del arma y fortificaciones.

1880 - 1900.
Período de la reorganización nacional

Entre 1879 y 1897, al mismo tiempo que concluía la Guerra del Pacífico (1889-1893), se tensaron las relaciones con Chile, ante lo cual, los gobiernos advirtieron la necesidad de reorganizar el Ejército. En ese contexto, se crearon las siguientes unidades del arma:

Regimiento 2 de Artillería Ligera (1879)
Regimiento 3 de Artillería Ligera (1890)
Regimiento 4, 5 y 6 de Artillería Ligera (1896)

Ante la posibilidad de empleo en un ambiente geográfico con características particulares se crearon:

Regimiento 1 de Artillería de Montaña (1892)
Regimiento 2 de Artillería de Montaña (1897)

A su vez, en 1887, se creó la Escuela Normal de Tiro, bajo la dependencia de la Inspección de Artillería.

Por entonces, la defensa nacional estaba confiada a la Guardia Nacional integrada por fuerzas provinciales y un bisoño Ejército Nacional, dependiente del gobierno central y nutrido por milicias designadas por sorteo y provenientes de la Capital Federal y de territorios nacionales, y formado por unidades de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros, carentes de regulaciones y normativas técnico profesionales, a la vez que dotado de precario equipamiento.

Teniendo en cuenta ese contexto, en 1895, se creó la División de Artillería en el acantonamiento de instrucción ubicado en Villa Mercedes (San Luis), y puesto bajo órdenes del Grl Francisco Reynolds. Este hecho no fue casual, sino sugerido por el Cnl Pablo Ricchieri, por entonces en Europa, quien se hallaba al frente de la comisión de adquisición de armamentos, y comprendía la necesidad de adiestrar, en forma centralizada, a todo el personal del arma que debía recibir y operar el material de reciente adquisición.

Empleo táctico de la Artillería durante el siglo XIX

Durante la marcha, las armas o grupos de armas se intercalaban en la columna en forma fraccionada, para incrementar el alistamiento. En consecuencia, la columna solía ser empeñada por partes, subordinada a distintas fracciones.

Durante el combate, operaba por piezas, grupos de piezas o baterías emplazadas en terrenos dominantes, a fin de obtener vistas sobre el enemigo. En la mayoría de los casos, la artillería cumplía funciones de arma de acompañamiento.

El tiro se efectuaba con puntería directa sobre la tropa enemiga, con el objetivo a fin de inmovilizarla (aferramiento por el fuego).

En general, se evitaba el emplazamiento de las armas en el centro del dispositivo, optándose por los flancos, con la finalidad de explotar la ejecución de fuegos cruzados y disminuir las posibilidades de producir bajas propias.

Desde temprano y básicamente, en la artillería montada (en apoyo de la Infantería), se priorizó la necesidad e importancia de cooperar estrechamente con la maniobra.

Respecto de la instrucción técnica, ésta se limitaba al servicio de las armas y a la sistematización de la observación, mediante el uso de anteojos de campaña y en situaciones estáticas. Por ello, se realizaban desde construcciones precarias (mangrullos), para ganar vistas sobre el enemigo.

Materiales empleados a fin del siglo XIX en nuestro país

A partir del año 1890, se fueron incorporando al ejército los siguientes materiales:

Artillería de Campaña (Montada y a Caballo)

Cañón liviano de campaña 75 mm L 24 Modelo 1884 (Krupp)
Cañón pesado de campaña 75 mm L 27 Modelo 1880 (Krupp)
Cañón liviano de campaña 75 mm L 24 Modelo 1895 (Krupp)
Cañón pesado de campaña 75 mm L 28 Modelo 1898 (Krupp)

Artillería de Montaña

Cañón de montaña 75 mm L 13 Modelo 1896 (Krupp)
Cañón de montaña 75 mm L 13 Modelo 1898 (Krupp)

Avances técnicos

Progresivo reemplazo del cierre de cuña por el de tornillo a filetes interrumpidos, lo que hacía menos frecuente el desculatamiento.

Munición a cartucho metálico (vaina unida al proyectil).

Incorporación del proyectil Sharpnel de acero con carga posterior, para darle considerable velocidad a los balines.

Mayor velocidad de tiro por reducción del retroceso, debido al arado de contera.

Progresiva incorporación de la biflecha, ampliándose los frentes de ataque sin desplazar el arma.

Fuente: www.artilleria.ejercito.mil

1 comentario:

ESCARLON JUAN CARLOS. dijo...

MIS MAS SINCERAS FELICITACIONES POR EL EXCELENTE TRABAJO REALIZADO. ...PERO ENTIENDO, QUE SE NOS DEBE A LA SOCIEDAD TODA,UN MAS PROFUNDO Y DETALLADO TRABAJO DEL ARMA DE ARTILLERÍA. CON LA FINALIDAD DE ACRECENTAR EL PATRIMONIO HISTÓRICO-CULTURAL DE LOS ARGENTINOS. ...PERO INNEGABLEMENTE ESTE ES UN BUEN COMIENZO, Y QUE OJALA, NO SEA EL ULTIMO.
RESPETUOSAMENTE MI MAS CORDIALES SALUDOS. ATTE: ESCARLON JUAN CARLOS.