El Golpe Militar que destruyó la Industria Nacional

sábado, 11 de abril de 2009

Entrevista al Dr. Raúl Alfonín

EL PAIS › UNA ENTREVISTA INEDITA CON ALFONSIN

“La crisis no me dejó llegar adonde quería”

El ex presidente hace un recorrido sobre su vida política, las claves de su gestión y explica y discute acerca de algunas de sus decisiones más polémicas.

Por Mario Wainfeld

Raúl Alfonsín no era muy afecto a los reportajes pero, una vez puesto en situación, resultaba un entrevistado notable. Tenía fuego, ansias de persuadir, no carecía de dotes de seducción ni de sentido del humor. Esta entrevista se realizó en su departamento de la avenida Santa Fe, en el año 2006. Se difundió por Radio de la Ciudad y es la primera vez que se publica en gráfica.

–Lo primero es agradecerle la entrevista al presidente Raúl Alfonsín. Los argentinos no decimos “presidente” a los ex presidentes y habría que hacerlo, porque tiene un sentido.

–No se usa, en fin... Tiene un sentido, sí, de reconocimiento que no siempre merecemos. De todos modos, yo soy el agradecido.

–Usted conmovió a todos y todos recuerdan cuando usted decía que con la democracia se cura, se educa y se come. ¿Qué pasó que con la democracia no se come, no se cura y no se educa?

Lo que pasó es que la crisis no me dejó llegar hasta donde yo quería llegar, esto es evidente. Pero dijimos “con la democracia se come” y pusimos en marcha el Plan Alimentario Nacional, que daba alimento complementario a cinco millones de argentinos en épocas en las que no teníamos alta desocupación y asimismo era necesario.

“Con la democracia se educa”, y fue el gobierno que más profesores designó, normalizamos la universidad de la reforma, llevamos adelante el plan de alfabetización, que fue premiado por las Naciones Unidas, establecimos el plan ABC, que daba millones de útiles escolares a los niños y comedores escolares, que se está discutiendo mucho si es conveniente o no, pero yo creo que es un instrumento útil para combatir la deserción escolar.

Y “con la democracia se cura”: quisimos poner en marcha el seguro de salud que era un instrumento nuevo, una institución nueva en el país que hubiera significado mucho pero quedó dormida en el Senado...

–Usted es un hombre de Estado y obviamente no se le puede preguntar así una cosa de favoritismo pero si le digo, Michelle Bachelet, Lula, Hugo Chávez, Tabaré Vázquez, Evo Morales, ¿con cuál se siente más afín, lo ve como una figura de mayor proyección?

–Me pone usted en un aprieto.

–Me pagan para eso.

–(Ríe.) Quizá, Lula. Tiene mucha lucha por delante y tanto para hacer en ese país extraordinario. Va a imponerse en las elecciones, yo no tengo dudas de que se va a imponer, puede haber problemas, son problemas serios de carácter interno, hemos visto lo que ha sucedido en San Pablo nada menos con el narcotráfico, es un asunto sumamente grave. Pero creo que se puede enderezar Brasil, ir incorporando año tras año gente al mercado debe ser el objetivo básico y fundamental de la administración de ese país, sobre la base fundamental de progresar en materia de educación. Pero vamos a ver. El caso de Bolivia también es muy serio. Si yo hubiera sido presidente también nacionalizo el gas o hago alguna cosa para defender el único recurso no renovable que tiene para superar la miseria de Bolivia. Esperemos que tanto Brasil como la Argentina comprendan la situación y que supere los problema internos que ya se le están creando a Evo Morales, algunos dicen que con peligro de secesión.

–Con Uruguay tenemos el problema con las papeleras.

–Absolutamente, es una desgracia. Yo digo siempre que nosotros debemos considerarnos hermanos de todos los pueblos latinoamericanos, pero con los uruguayos somos mellizos.

–¿Sabe por qué me quiero romper la cabeza contra la pared muchas veces? No haberme ido ni siquiera en carpa a Viedma...

Ciudad de Viedma - Río Negro - Argentina

–Ah, ¿añora el traslado de la Capital?

–Yo me demoré porque quería hacer las cosas bien. Estábamos planificando la nueva ciudad, los nuevos edificios. Los nuevos edificios se podían construir y estaban prácticamente ya financiados por la venta que se iba a realizar de la Embajada en Japón, en Tokio. De modo que todo estaba listo para irse, yo creo que era muy importante para la Patagonia y para el país.-

–¿Hay que ser cabrón para ser presidente?

–No, por Dios, ¿por qué? ¿Cabrón qué quiere decir?

–Cabrón, creo yo, es peleador...

–No, cabrón es otra cosa, cabrón es traidor.

–Ah, no, entonces no...

“Cabrero”, dirá usted...

Frases marca registrada

“Con la democracia se come, se educa y se cura.”

Una de las muletillas de sus discursos de campaña en 1983.

“Un médico ahí...”

En los actos de esa campaña, era común el pedido de que atendieran a algún asistente descompuesto: buscaba mostrar un costado humano y también que había mucha gente.

“Vamos a una economía de guerra.”

El 23 de abril de 1985 convocó a la sociedad a una manifestación popular en Plaza de Mayo en defensa de la democracia y terminó con un discurso en el que anunciaba un nuevo plan de ajuste.

“Es un mantequita y llorón.”

Respuesta a las críticas del líder sindical Saúl Ubaldini en 1986. El gremialista contestó con otra frase célebre: “Llorar es un sentimiento, mentir es un pecado”.

“Estoy persuadido.”

Muletilla usada en sus discursos e intervenciones.

“Este gobierno no es corrupto.”

A los gritos, el 2 de abril de 1987: en la iglesia Stella Maris, se subió al púlpito tras escuchar al vicario castrense José Medina, en un sermón que hablaba de coimas.

“¡Felices Pascuas! La casa está en orden y no hay sangre en Argentina.”

Desde el balcón de la Casa Rosada, el domingo de Pascua de 1987, ante una multitud, durante los levantamientos carapintadas y luego de reunirse con el líder de la rebelión, Aldo Rico.

“A vos no te va tan mal, gordito.”

En un acto en Neuquén, en marzo de 1988, frente a un grupo de militantes de izquierda que lo estaban repudiando. Una persona le había gritado: “Tenemos hambre”.

“No vamos a pagar la deuda externa con el hambre del pueblo.”

En respuesta a los reiterados reclamos del FMI.

“Es una actitud fascista no escuchar al orador.”

En la Sociedad Rural, mientras era silbado y abucheado por los dirigentes ruralistas durante la inauguración de la muestra en Palermo, el 13 de agosto de 1988.

Fuente: Página/12

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