El canciller Jorge Taiana lanzó hoy en México una contundente condena a la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia.
“La Argentina tiene una preocupación con la presencia de tropas extrarregionales en Sudamérica. Para nosotros, que tenemos parte de nuestro territorio ocupado por potencias extranjeras en las Islas Malvinas, esto genera mayor sensibilidad”, definió luego.
No es la "falta de comprensión" ni la carencia de información detallada lo provocó un alerta roja en el gobierno brasileño y sus FF.AA. a raíz del acuerdo entre Colombia y EE.UU. por la instalación de bases militares. La verdadera preocupación de Lula da Silva, de su canciller Celso Amorim y su ministro de Defensa, tiene un nombre: se llama Palanquero.
Basta acceder a un paper de la Fuerza Aérea norteamericana: "White paper air mobility command. Global en route strategy" publicado en abril de este año, para entender por qué en particular esa instalación, la única que tiene presupuesto asignado para este año, coloca a Brasil en una emergencia desde que cualquier punto de sus 8 millones de kilómetros cuadrados puede ser rápidamente alcanzado por tropas expedicionarias de EE.UU.
El documento señala que no hay en América del Sur una "localidad" que permita operar un puente aéreo para el traslado de uniformados y de equipamiento bélico. Indica que hasta hace poco "las cuestiones de seguridad en Sudamérica estuvieron enfocadas en misiones de combate a las drogas. que no requieren el uso de aviones estratégicos". Pero algo cambió en 2008 a partir de la revitalización del Comando Sur de EE.UU. localizado en Miami (sigla inglés: USSOUTHCOM). Bajo su responsabilidad está la cobertura de América Central, Caribe, Cuba, Bahamas y América del Sur, más sus aguas territoriales. Ni bien entró en funciones, el Comando Sur se interesó justamente "por establecer un lugar en el continente sudamericano que podría ser usado ... como punto desde el cual se pasarían a ejecutar operaciones de movilidad". En otras palabras: el desplazamiento rápido de contingentes militares y de armas.El dossier en cuestión advierte que USTRANSCOM (Comando de Transporte de Estados Unidos del Departamento de Defensa) calificó la base de Palanquero en Colombia como un sitio ideal para "cubrir cerca de la mitad del continente con (aviones) C-17 sin necesidad de que sean reabastecidos (en aire)". Pero con abastecimiento intermedio el C-17 "puede cubrir el continente entero con excepción del Cabo de Hornos" en el sur de Argentina.
Palanquero es suficiente según el documento para facilitar el movimiento de tropas en toda América del Sur.
La clave por el momento se llama el Globemaster C-17, que reemplazó al Hércules C-130 en 1993.
Para Brasil, el objetivo trasciende la paz regional, en el sentido que se había planteado Lula a partir de 2003. Ya no es Venezuela, ni Ecuador y ni siquiera Honduras. Es un nuevo escenario que está a las puertas de Brasil y que permitirá a Estados Unidos llegar cómodamente hasta la costa Atlántica de este país, incluidos los riquísimos reservorios de petróleo que están en la plataforma submarina.
“La Argentina tiene una preocupación con la presencia de tropas extrarregionales en Sudamérica. Para nosotros, que tenemos parte de nuestro territorio ocupado por potencias extranjeras en las Islas Malvinas, esto genera mayor sensibilidad”, definió luego.
Zona de influencia de la Base Aérea Norteamericana - Palanquero - Colombia
BrasilNo es la "falta de comprensión" ni la carencia de información detallada lo provocó un alerta roja en el gobierno brasileño y sus FF.AA. a raíz del acuerdo entre Colombia y EE.UU. por la instalación de bases militares. La verdadera preocupación de Lula da Silva, de su canciller Celso Amorim y su ministro de Defensa, tiene un nombre: se llama Palanquero.
Basta acceder a un paper de la Fuerza Aérea norteamericana: "White paper air mobility command. Global en route strategy" publicado en abril de este año, para entender por qué en particular esa instalación, la única que tiene presupuesto asignado para este año, coloca a Brasil en una emergencia desde que cualquier punto de sus 8 millones de kilómetros cuadrados puede ser rápidamente alcanzado por tropas expedicionarias de EE.UU.
El documento señala que no hay en América del Sur una "localidad" que permita operar un puente aéreo para el traslado de uniformados y de equipamiento bélico. Indica que hasta hace poco "las cuestiones de seguridad en Sudamérica estuvieron enfocadas en misiones de combate a las drogas. que no requieren el uso de aviones estratégicos". Pero algo cambió en 2008 a partir de la revitalización del Comando Sur de EE.UU. localizado en Miami (sigla inglés: USSOUTHCOM). Bajo su responsabilidad está la cobertura de América Central, Caribe, Cuba, Bahamas y América del Sur, más sus aguas territoriales. Ni bien entró en funciones, el Comando Sur se interesó justamente "por establecer un lugar en el continente sudamericano que podría ser usado ... como punto desde el cual se pasarían a ejecutar operaciones de movilidad". En otras palabras: el desplazamiento rápido de contingentes militares y de armas.El dossier en cuestión advierte que USTRANSCOM (Comando de Transporte de Estados Unidos del Departamento de Defensa) calificó la base de Palanquero en Colombia como un sitio ideal para "cubrir cerca de la mitad del continente con (aviones) C-17 sin necesidad de que sean reabastecidos (en aire)". Pero con abastecimiento intermedio el C-17 "puede cubrir el continente entero con excepción del Cabo de Hornos" en el sur de Argentina.
Palanquero es suficiente según el documento para facilitar el movimiento de tropas en toda América del Sur.
La clave por el momento se llama el Globemaster C-17, que reemplazó al Hércules C-130 en 1993.
Para Brasil, el objetivo trasciende la paz regional, en el sentido que se había planteado Lula a partir de 2003. Ya no es Venezuela, ni Ecuador y ni siquiera Honduras. Es un nuevo escenario que está a las puertas de Brasil y que permitirá a Estados Unidos llegar cómodamente hasta la costa Atlántica de este país, incluidos los riquísimos reservorios de petróleo que están en la plataforma submarina.
1 comentario:
Tenia razon chavez teníamos que hacer un ejército común entre los países de América del Sur para evitar estos atropellos por parte de los EEUU. También deberíamos haber intervenido militarmente en Honduras para reponer al presidente derrocado por el golpe.
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